
Ricard, ¿por qué el género
fantástico? Supongo que serás un enamorado del mismo.
Lo he sido siempre, sí, desde que
leí de pequeño a Verne, Wells, Dahl, Ende, Tolkien, Clarke, King, Asimov y
tantos otros. Luego, con Borges, Cortázar, Carroll, Shelley, Lovecraft,
Perucho, Pedrolo, Matheson, Powers, Pohl, Le Guin, Bradbury, Wyndham, Lem y
Dick, me hice mayor y entendí lo estúpido que era el prejuicio de considerar
juvenil la fantasía o la ciencia ficción. Desde entonces, y pese a no haberme
especializado solo en el género, he tratado de defenderlo de los ataques que la
tradición realista española lleva dispensándole hace siglos. Primero lo hice
como periodista, ya que el 90% de los reportajes de género en la década larga
que duró el suplemento Libros de El Periódico corrieron a mi cargo. Luego, como
crítico -en ése y otros medios, incluyendo radio y televisión-, como jurado de
premios -el Xatafi y el Celsius, entre otros- y como columnista. Y finalmente,
en la etapa actual, como autor (saco novela a cuatro manos en octubre y llevo
años acabando un proyecto de largo alcance), como profesor (doy varios cursos
de género en la Escola d'Escriptura del Ateneu Barcelonès) y, claro, como
asesor de este nuevo proyecto llamado Fantascy, del que supongo que ahora
hablaremos. Resumiendo: que sí, que me encanta el género y que siempre me ha
encantado.
¿Crees que estamos en el momento
adecuado?
Estamos en un momento de
normalización que espero definitiva. Por un lado, hay una renovación
generacional de lectores y creadores que han abandonado los antiguos
prejuicios: los hijos de Harry Potter y los videojuegos, de las series tipo Lost, Fringe o Black Mirror,
del boom distópico actual... Para
todos ellos vale la norma del gran Alejo Cuervo cuando dice que hoy lo que es
un atraso es la literatura exclusivamente realista. Por otro lado, además, ha
habido un pequeño terremoto editorial, con nuevos proyectos a rebufo de los
grandes éxitos tipo Martin, Meyer, Collins o Rothfuss, y esa es una gran
noticia. Aunque en los próximos meses vaya a haber una selección entre esos
proyectos -no todos van a quedar, y menos con la crisis-, es muy probable que
en el género fantástico ocurra como en el género negro tras el fenómeno
Larsson: que ya no se vuelva al páramo del que se venía, con Timun-Minotauro,
Nova, Gigamesh, Bibliópolis y Valdemar como pilares aislados. La época que
venga tras Fantascy, Lite Fantástica de RBA, Furtiva de Seix Barral, Letras
Populares de Cátedra, Runas de Alianza, Oz, Nocturna, Fábulas de Albión, Males
Herbes o Salto de Página, por citar sólo proyectos recientes, no debería en
ningún modo ser igual a la anterior. Y no lo será, creo.
Todo parece indicar que vivimos
en un enorme desierto formado por libros de género dedicados al público juvenil
y en mitad de un oasis: George RR Martin, que encandila a toda clase de
lectores. ¿Crees que todo ese público está dispuesto a abrirse a temáticas más
complejas como las que proponen autores como Bacigalupi? ¿O hay un público
escondido que son potenciales lectores de ciencia ficción y demás géneros?
Yo diría que ese desierto está,
pese a la crisis, en retroceso, y que el oasis en cambio no ha dejado de crecer.
Es cierto que existe una brecha entre el juvenil y el mainstream que ha impedido un desarrollo normal del género en
nuestro país, pero se trata de una barrera que han roto autores tan dispares,
por citar solo españoles de los últimos años, como Laura Gallego, Félix J.
Palma, Ismael Martínez Biurrun o David Monteagudo. A una parte del público,
además, le está ocurriendo como a aquel personaje de Molière que hablaba en
prosa sin saberlo: muchos están empezando a disfrutar del género sin ser muy
conscientes de ello, incluso creyendo en ocasiones que no les gusta, y Martin
es el ejemplo perfecto. Cuando el prejuicio se desmorone definitivamente, y cuando
hagamos en literatura lo mismo que hacemos en el cine o la televisión, nos
daremos cuenta de que el género fantástico ha eliminado al fin su estigma.
Viendo los primeros títulos que
aparecen en Fantascy, da la impresión de que vais a apostar por grandes nombres
como Miéville o Bacigalupi, cuya novela anterior ya fue todo un descubrimiento.
¿Qué otros autores internacionales tenéis guardados en la manga?
Pues gracias al buen trabajo de
la editora Alix Leveugle, que se encarga del área internacional, hay que decir
que unos cuantos. Además de Brent Weeks, Trudi Canavan y
Terry Pratchett, que acaba de llegar a Fantascy para quedarse, puedo anunciaros
por ejemplo que acabaremos el año con la americana G.
Willow Wilson, cuya novela de fantasía urbanaAlif el invisible tiene la Primavera Árabe
como telón de fondo, y el chino-americano Ken Liu (en la antología
Terra Nova 2), pero que hay otros en
la cartera de 2014 que valdrá la pena anunciar en breve. De todos modos, la
idea de Fantascy es combinar esos grandes nombres con descubrimientos en la
línea de los que Plaza & Janés, su sello madre, hizo en su día con Rothfuss
o Bacigalupi, que ciertamente son autores de pimera. Ojalá algunos nombres que
propongamos alcancen pronto esa categoría.
He leído que Terry Pratchett
también esta en la lista de próximas novedades. ¿Qué tiene este autor que
sobrevive edición tras edición y parece que hace las delicias de tantas generaciones
de lectores?
De Pratchett se publica este mes
la entrega del Mundodisco Me vestiré de
medianoche y en enero de 2014 la primera entrega de su nueva serie
con Stephen Baxter La tierra larga,
pero la idea es que sea solo el principio de un largo desembarco. Es decir, que
pase de ser un clásico de Plaza & Janés a uno de Fantascy. En cuanto a las
razones de su éxito, llevan décadas siendo comentadas y debatidas, así que
habría que ser, ejem, un orangután para pretender descubrirlas, pero si me
preguntas a título personal creo que hay dos que nunca pueden obviarse: su
sentido del humor, trangresor e irreverente pero a un tiempo cómplice y
respetuoso con los códigos del género, y esa desbordante creatividad que
demuestra los setenta millones de libros que
lleva vendidos; nadie puede llegar tantos años a tanta gente y ser aburrido o
previsible, ¿no crees?
Arrancáis con fuerza y con
novedades espectaculares, ¿qué cadencia tendrán los libros de la línea y
cuántos títulos veremos publicados a lo largo del año?
En principio habrá un mínimo de
un libro al mes, y a menudo dos, aunque es cierto que habrá que ir viendo la
capacidad de respuesta de los lectores. Nuestra ventaja es que combinamos
ciencia ficción y fantasía, autores nacionales y extranjeros, nombres
consagrados y nuevas voces... Eso nos permite una gran variedad, que unida a la
gran distribución de Random House garantiza a los lectores que siempre van a
encontrar títulos de Fantascy pensados para ellos.
Y por fin nos encontramos con una
editorial dispuesta a abrir sus puertas a los autores nacionales, ya sean
noveles como Concha Perea o decanos del género como Juanmi Aguilera. ¿Por qué
crees que el autor patrio ha encontrado tanta reticencia para equipararse a su
homólogo extranjero?
Como suele decirse, me encanta
que me hagas esa pregunta, sobre todo porque mi trabajo como asesor junto a la
editora Emilia Lope se orienta especialmente a la captación de autores
españoles. Lo cierto es que durante muchos años el verdadero desierto ha estado
ahí, en lo difícil que era para un escritor de género publicar en este país,
hasta el punto de que la mayoría de autores se habían ido pasando al juvenil o
la novela histórica. Nuestra idea es publicar casi tantos autores españoles como
extranjeros, y de hecho en 2014 va a haber bastantes sorpresas con las que
esperamos vencer esas resistencias que mencionabas. Hace años, era mejor
llamarse Smith que López para escribir fantasía o ciencia ficción, es cierto,
pero creo que eso está cambiando. Por un lado, hay toda una generación de
autores patrios que deseamos recuperar, la de la edad de oro del género en los
años 80 y 90, y por otro hay nuevas voces que reclamaban un espacio para su
promoción. Los antiguos prejuicios por la falta de calidad no tienen sentido,
ha pasado igual con el thriller o la novela negra: tenemos autores de primera
línea, incluso exportables, así que creo que los Palma, Gallego y compañía van
a dejar muy pronto de ser casos aislados. Viendo los manuscritos que nos llegan,
de hecho, va a haber que admitir una verdadera resurrección del género
¿Qué otros autores nacionales nos
esperan en el futuro catálogo de Fantascy?
Pues empezando este octubre por Los nombres muertos, de Jesús Cañadas,
una lúcida y adictiva novela que juega con la vida y la obra de H. P.
Lovecraft, la verdad es que tenemos preparado un auténtico festín. Por un lado
habrá sorpresas en antologías como Terra
Nova 2 -que nadie se pierda la espectacular aportación de nombres como el
de Felicidad Martínez- y en otras en camino, como una que estoy preparando yo
mismo sobre relatos distópicos. Y por otro, en 2014, empezamos con un trimestre
de aúpa: Juan Miguel Aguilera en enero con Sindbad
en el País del Sueño, Ismael Martínez Biurrun en febrero con Un minuto antes de la oscuridad y Rodofo
Martínez en marzo con Las astillas de
Yahvé. O sea, fantasía épico-histórica de aire oriental, novela
apocalíptica de calidad en un Madrid con clones y temibles 'hawaianos', y
terror e intriga metafísica con el sinfín de referencias habituales en Rudy. Y
ese es solo el principio...
Veo en el catálogo muchos títulos
de fantasía y de ciencia ficción, pero... ¿y el terror? ¡Espero que no os
hayáis olvidado de él!
Bueno, en parte ya hemos ido
hablando de ello: las novelas de Cañadas y Rudy Martínez juegan en la liga de
Lovecraft, y para más adelante estamos cerrando títulos con vampiros, con
zombis, dark fantasy, algo en la
línea de Stephen King... No vamos a ser una editorial especializada en terror,
para eso están los maestros de Valdemar, pero está claro que el género tendrá
cabida en Fantascy.
Por lo tanto, todo parece indicar
que tendremos Fantascy para rato...
Ojalá, de momento la recepción de
títulos como los de Miéville o Concha Perea así lo auguran, y la intención de
Random House, capitaneada por Deborah Blackman, es inequívoca: creemos que es
el momento de la consolidación del género, así que no vamos a tratarlo como una
moda pasajera. Si dentro de unos años somos uno de los sellos de referencia y
el fantástico sigue en plena actividad, creo que todos, en el fandom y también
en la creación y la industria literaria en general, habremos salido ganando. De
todos modos, ahora es el momento de que hablen los lectores...
Ricard, ha sido un placer
conversar contigo y solo me queda desearte muchísima suerte a ti y a todos los
que se encuentran en este nuevo proyecto llamado Fantascy.
Muchas gracias, ha sido un placer
sólo comparable al de leer Noches de sal.
¡Un abrazo y saludos para todos!
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